viernes, 13 de agosto de 2010

¿Y vosotros quién sois?


¿Y vosotros quién sois,
que habláis en este tono
tan alto, tan claro e insolente?

No somos nada.
Somos apenas
arena del desierto, 
el agua en la cascada,
la pluma en el penacho,
el atabal de guerra,
el ulular del viento.

No somos nadie
Somos apenas la parte de una tribu,
venimos del fondo del tiempo y la distancia, 
 tatuada está la historia en nuestros códices.
Somos mínima expresión de los mexicas,
el pueblo del sol, el errabundo,
el condenado a luchar por siempre.
Descendemos de un pueblo de artífices y sabios,
 filósofos, poetas,
danzantes y guerreros,
campesinos y obreros.
Y hemos sido, ayer no más,
el hambre del tenochca,
la rabia tlatelolca,
el dolor de Cuauhtémoc,
el grito de Yanga y Kanek,
la llama que consume al hereje, al ateo,
el silencio en la Inquisición y la tortura,
la chusma veterana, disoluta e insurgente,
la lanza del chinaco, las blusas encarnadas,
la blasfemia anarco-magonista,
la ilusión maderista,
el máuser de Zapata,
el machete del partido,
la marcha del minero: caravana del hambre,
los que marcaron a sangre y fuego un 2 de octubre.

¿Preguntáis quiénes somos?
No somos nada. No somos nadie.
Somos la tribu sin rostro y sin nombre.
Sólo somos los que hemos peleado por siempre en Tlatelolco. 


Daniel Molina, 1985.