Hoy viernes 18 de noviembre compartimos la publicación de nuestra séptima entrega. Se trata de tres materiales fundamentales en nuestra historia:
- Extractos del Segundo encuentro en la Sierra "Heraclio Bernal" escrito por Arturo Gámiz García; maestro rural, excomandante guerrillero quien asumió en la práctica el compromiso revolucionario de luchar porque la situación de miles de obreros, campesionos y el resto de los sectores sociales cambiara radicalmente.
- El Manifiesto a la Nación "2 de octubre", elaborado por el movimiento estudiantil de 1968 en diciembre del mismo año.
- Y finalmente, ¿De qué tiene que perdonarnos? por el Subcomandante Insurgente Marcos.
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Segundo encuentro en la sierra "Heraclio Bernal".
Arturo Gámiz García
Resoluciones 2
El mundo colonial y semicolonial
(Extractos)
(Extractos)
Obra gráfica: Rini Templeton |
El sistema colonial se desmorona inexorablemente ante los ojos asustados e incrédulos de sus beneficiarios que se aferran al pasado oprobioso, que se empeñan en detener la rueda de la historia. Uno a uno los pueblos van rompiendo las cadenas de la opresión y siguiendo un camino nacional e integrando el "Tercer Mundo" en la arena internacional que sigue una política pacifista y antiimperialista. Desde 1911 China sostuvo una larga e ininterrumpida revolución hasta 1949 contra el frente único formado por los imperialistas japoneses, ingleses, franceses, yanquis, portugueses y chinos traidores. La lucha pasó a Indochina, La India, Malasia y de ahí pasó al continente africano. La prolongada o inhumana expoliación a que estaban sometidos los pueblos africanos hizo que las llamas de la rebelión se propagaran con fuerza y rapidez incontenible, surgió el movimiento Mau Mau, la rebelión de los Achandis, la revolución de Argelia, etc. El oleaje revolucionario se extendió por todo el Océano Índico, por el Atlántico y el Pacífico hasta llegar también al continente Americano, la revolución se encendió en Paraguay y Colombia, en Cuba y Guatemala surgieron importante movimientos de los cuales ya triunfó Cuba, así el oleaje revolucionario ha inundado todos los continentes. Más de 50 países han logrado en la posguerra su independencia política tras sangrientas revoluciones. En tanto que en 1919 el 70% de la humanidad vivía bajo las formas arcaicas del colonialismo hoy ese tipo de explotación casi ha desaparecido y ha sido sustituido por el neocolonialismo y algunos países se han liberado definitivamente de toda clase de opresión.
Obra gráfica: Rini Templeton. |
Los métodos básicos del neocolonialismo son: el control de la economía el control del comercio exterior y el intercambio desigual. Para controlar la economía necesitan hacer inversiones en ciertas ramas y sobre todo en las industrias claves mediante inversiones de capital con el sello de la metrópoli, mixto o de la iniciativa privada que muchas veces es simple alcahuete del capital extranjero. Para controlar el comercio exterior de un país debe tener cierta fuerza dentro de la economía nacional, absorber la mayor parte de las exportaciones y proporcionar la mayor parte de las importaciones del país en cuestión. Puede hacer víctimas a los pueblos débiles de un intercambio desigual mediante convenios leoninos, mediante "empréstitos" y otras operaciones con elevados intereses y grandes réditos, imponiéndoles tarifas elevadas en los transportes pues los pueblos dependientes generalmente carecen de marina mercante y de aviación comercial, mediante presiones políticas y diplomáticas, amenazas veladas o abiertas y chantajeando con lo del peligro comunista. En todo caso significa que el imperialismo compra los productos primarios como el café de Brasil, el petróleo de Venezuela, el estaño de Bolivia, el algodón de México a los precios que ellos fijan y vende a los mismos pueblos sus productos elaborados o semielaborados a los precios que se les antojan.
En virtud de ello el control del imperialismo en muchas de las naciones "independizadas" no se ha alterado substancialmente. En mayor o menor grado, directa o indirectamente, conserva sus posiciones en la economía de estas naciones. El imperialismo necesita el disimulo, la complicidad o la entrega impúdica y absoluta de los gobiernos nacionales. El neocolonialismo se abre paso con sus formas sutiles e indirectas, pero las frases melifluas de las misiones consulares y diplomáticas, las protestas de respeto mutuo y buena vecindad, los abrazos y las sonrisas no pueden ocultar los verdaderos fines y la verdadera naturaleza del imperialismo. Tras la máscara están los mismos colmillos carniceros e insaciables. Se estima que extraen anualmente 20 mil millones de dólares por concepto de ganancias. Y la explotación aumenta en la medida que se agudizan las contradicciones del imperialismo, en la década 1951-60 los precios de los productos que exportan los pueblos dependientes bajaron en un 30% y en cambio tuvieron que pagar un 35% más en los productos que importan.
Obra gráfica: Rini Templeton. |
Aproximadamente la tercera parte de la humanidad, más de 100 naciones, más de mil millones de seres humanos integran este mundo sobre el cual se abaten las maldiciones, todas las lacras, todas las epidemias y todas las plagas. Parece que Dios se ha olvidado de esta parte de la humanidad y la ha abandonado a las garras del diablo. Aquí se encuentran las naciones que siendo de los más ricos por sus recursos naturales viven en la peor de las miserias. Aquí encontramos a los países africanos que dando casi todo el uranio el mundo, el oro y el cobalto, contemplan a su pueblo morirse de hambre, de enfermedades curables, de fatiga en los oscuros socavones de las minas en cuyas entrañas urgen en busca de metales valiosísimos para los señores imperialistas. Aquí contamos a la India cuya población es diezmada por el hambre, en fin, aquí se incluyen los pueblos que por sus riquezas potenciales podrían ser completamente felices y son sin embargo los más desdichados de la tierra porque sobre ellos se abate la plaga más terrible y voraz de todos los tiempos: los imperialistas. Aquí se incluye América Latina. El resumen de esta pesadilla que ha vivido América es que en este continente de casi 200 millones de seres humano mueren de hambre, enfermedades curables o vejez prematura, 4 personas por minuto, 5500 al día, 2 millones por año, 10 millones cada 5 años. Holocausto de vidas que en 15 años ha ocasionado dos veces más muertes que la guerra de 1914 y que continúa causando bajas. Mientras tanto de América Latina fluye un torrente continuo de dinero, unos 4 mil dólares por minuto, cinco millones por día. Por cada muerto que queda se van mil dólares, esto es lo que se llama imperialismo. En Ecuador el 70% de la población sufre hambre, en México casi la mitad está desnutrida. El mundo colonial y semicolonial es el mundo de la miseria, la ignorancia, las enfermedades y la injusticia. Para los pueblos que viven bajo la férula de los monopolios la vida es un calvario, una serie de horrores peores que la guerra. ¿Cómo pueden los pueblos romper las cadenas de la opresión hoy en todo el mundo? Y con razón porque el problema práctico más importante para la humanidad. De la respuesta que se dé, depende el éxito o el fracaso de los revolucionarios.
Resoluciones 3
Breve resumen Histórico
(Extractos)
(Extractos)
Obra gráfica:Rini Templeton. |
En 1810 estalla la guerra de independencia comandada por el cura don Miguel Hidalgo y Costilla y que José María Morelos organiza y da contenido social y político, esta revolución duró once años, la meta de los insurgentes más avanzados y la aspiración del pueblo era de cambiar radicalmente la estructura económica y social de la patria, mejorar las condiciones de vida. La muerte de Morelos causó un reflujo en la revolución que se consumó como resultado de una conjura clerical, la de la Profesa, que se proponía realizar la separación de España para salvar y mantener intacto el aparato y la estructura colonial, por ello la "consumación" de la Independencia no respondió a las aspiraciones profundas del pueblo y éste siguió en pie de guerra varias décadas más aunque ya estaba "consumada" la independencia, hubo ascensos y descensos en el movimiento revolucionario.
Obra gráfica: Rini Templeton. |
Los liberales a la ofensiva y contra el clero terrateniente decretan y ponen en práctica una serie de leyes como las de nacionalización y desamortización de los bienes del clero destinadas a socavar su poderío económico, social y político; cosas que logran en gran medida, al mismo tiempo derrotan al ejército napoleónico, expulsan a los aventureros, y comprueban, en el Cerro de las Campanas, que la sangre de los príncipes extranjeros es tan roja como la de cualquier tarahumara. Sin embargo para las masas, para los peones, y aparceros, obrajeros y aprendices, que forman la absoluta mayoría la historia se repite: dan su sangre para derrotar al clero feudal y rechazar la invasión francesa, y son quienes menos beneficios obtienen, su situación no cambia siguen viviendo en la miseria, en las tinieblas de la ignorancia, en las garras de los hacendados la población rural y de los dueños de obrajes y los maestros artesanos los antecesores del proletariado. La estructura feudal quedó intacta, sólo cambió de razón social el latifundismo eclesiástico se convirtió en latifundio laico. No hubo reparto de tierras, al contrario, se despojó a las comunidades indígenas de las suyas.
Nunca como a principios de este siglo el pueblo mexicano veía tan lejana y poco probable una transformación de su existencia y es que cuando todo lo que nos rodea, cuando hasta la atmósfera se respira la opresión y la impotencia las metas parecen alejarse en vez de aproximarse. Cuando los explotadores han dominado una a una todas las posiciones, cuando el ejército social de los desheredados se desbanda y sus generales huyen de los campos de batalla o se entregan al enemigo, pocos pueden conservar la fe en el triunfo de su causa, pero, bendita paradoja, es cuando maduran las premisas para la maduración del ejército deshecho y para ofensivas incontenibles. A principios de este siglo la dictadura de Don Porfirio Díaz iba ya para los treinta años y parecía inconmovible. El pueblo mexicano vivía en pésimas condiciones, sólo los amigos de don Porfirio, los "científicos" vivían en Jauja.
Obra gráfica: Rini Templeton. |
Otra parte explotada y humillada de la población eran los obreros. Durante el porfiriato la explotación de las minas se había reanimado, empezaba la extracción del petróleo y la construcción de ferrocarriles por empresas extranjeras, las industrias de transformación también tenían cierto desarrollo, sobre todo la textil y la alimenticia. Todo en manos de extranjeros que aprovechaban la invitación del porfiriato para apoderarse del país puesto a remate. El hecho es que había surgido ya el proletariado y daba ya muestras de su combativa existencia mediante huelgas en diversas partes de la República que siempre eran brutalmente reprimidas; como ocurrió en Pinos Altos, Chih., Bella Vista, Cananea, Río Blanco, etc., los obreros ganaban de uno a cuatro reales (1 real equivalía a 18 centavos) por doce horas de trabajo, recibían un trato despótico y no gozaban de ninguna prerrogativa legal, la huelga se consideraba un delito contra la libertad de comercio y de producción, los sindicatos estaban prohibidos y sus rudimentarias organizaciones eran sociedades mutualistas de inspiración paternalista, el socialismo utópico y sobre todo el anarquismo eran corrientes de cierta influencia. La crisis del mundo capitalista de 1907-1908 aceleró su despertar de clase, aceleró el ascenso revolucionario. Las masas deseaban un cambio radical que suprimiera las terribles condiciones en que vivían. La intelectualidad progresista, la naciente burguesía cuyo pleno desarrollo se veía obstaculizado por la estructura feudal y la entrega de la nación a los monopolios extranjeros, sobre todo yanquis o ingleses, que se llevaban fabulosas riquezas que ambicionaban para sí, también querían un cambio aunque no tan radical pues sólo querían ocupar el lugar de los científicos y desbrozar el camino de su propio desarrollo.
Tales fueron los antecedentes de la revolución que estalló en 1910 y se paralizó momentáneamente en 1911 con el ascenso de Francisco I Madero al poder, como representante de la burguesía y no de las masas no quiso destruir el ejército de la dictadura y si en cambio pretendió desorganizar al ejército revolucionario, dejó intacta la maquinaria estatal del porfiriato y consideró un sacrilegio tocar los latifundios y respetaba más a los monopolios extranjeros que a sus honorables antepasados. Pero los verdaderos revolucionarios, sobre todos los zapatistas, no se dejaron dormir, no dieron tregua ni esperaron ver de Madero lo que obviamente era imposible que ocurriera por los intereses de clase que representaba, muy pronto todas las masas sintieron que la lucha armada no había terminado con el ascenso a la presidencia de Madero, su asesinato fraguado por la embajada de los EU aceleró los acontecimientos.
El régimen de Don Porfirio abrió las puertas al imperialismo y entregó a la patria atada de pies y manos, los monopolios extranjeros ni tardos ni perezosos se dedicaron a saquear a su gusto los recursos del país. EU quería que la dictadura diera preferencia absoluta a sus monopolios pero don Porfirio coqueteaba mucho con los monopolios ingleses, y por celos EU vio con indiferencia y posible agrado la revolución contra don Porfirio, pero en cuanto comprendió que el pueblo pretendía una transformación radical de la sociedad que incluía la aplicación de leyes a los monopolios extranjeros se volvió furiosamente contra la revolución, hizo la alianza con los traidores, financió sus maniobras sucias, preparó el asesinato de Madero y Pino Suárez e hizo una campaña internacional logrando que casi todos los gobiernos la condenaran. Las masas campesinas que integraron los ejércitos revolucionarios luchaban por el reparto de las tierras, es decir, la revolución fue antifeudal.
Los obreros luchaban por la elevación de los salarios, la reducción de la jornada de trabajo a ocho horas y se luchaba, en lo general, por la elevación del nivel de vida del pueblo, por la educación popular al alcance de todos, por el respeto al voto y por la no-reelección, es decir, por demandas que respetaban la propiedad privada que nada tenían de socialistas, por tanto, la revolución fue democrática y burguesa. Las masas populares luchaban contra la explotación de que eran víctimas por parte de las empresas extranjeras y por el saqueo desenfrenado que efectuaban en contra de la nación. Aunque fuera por otras naciones la naciente burguesía estaba también en contra de las empresas extranjeras, porque las envidiaba y quería guardar en sus bolsillos las ganancias que iban a parar al extranjero. El caso es que la revolución fue antiimperialista, la columna vertebral, las fuerzas fundamentales de la Revolución fueron el Ejército del Sur que comandaba Emiliano Zapata y la División del Norte que jefaturaba Francisco Villa. Desde el punto de vista netamente militar la división del Norte desempeñó el papel más importante. Desde el punto de vista social y político el Ejército Libertador del Sur era la vanguardia, dio contenido a la Revolución y expresaba las aspiraciones esenciales del pueblo. Ambas fuerzas decretaban a su paso leyes revolucionarias, medidas para liquidar los latifundios e impartir justicia a los pobres y ejecutaba a los hacendados connotados del pueblo. Otra fuerza que actuó en la revolución fue el Ejército Constitucionalista cuyo primer jefe era don Venustiano Carranza gobernador de Coahuila durante el Porfiriato, político profesional, taimado y sagaz, representante de los rancheros ricos progresistas y en general naciente burguesía usufructuaria de la Revolución.
Obra gráfica: Rini Templeton. |
La burguesía queda en el poder y abre de par en par las puertas al desarrollo capitalista y una vez con el poder seguro en sus manos se dedica a liquidar a los caudillos que le hacen sombra. Así mueren cobarde y traidoramente asesinados Emiliano Zapata y Francisco Villa. El pueblo que ofrendó su sangre a torrentes es quien menos beneficios obtiene, sólo al principio, mientras vivieron sus caudillos, mientras tuvo el 30 -30 en las manos y la memoria fresca se tomó en cuenta. Pero la burguesía se fue consolidando en el poder y en la misma medida fueron agotándose sus rasgos progresistas hasta convertirse, en virtud de las leyes objetivas de su desarrollo, en la burguesía poderosa, omnímoda y reaccionaria que hoy nos agobia. El pueblo sólo obtuvo mejorías cuantitativas que paulatinamente ha ido perdiendo, a fin de cuentas se sacudió un yugo pero le pusieron otro.
¿Por qué necesariamente debió ocurrir esto? ¿Por qué el poder no quedó en manos de los villistas y los zapatistas? Porque en la época de la Revolución el proletariado era pequeño y no había conciencia de clase, no tenía conciencia de su misión histórica, porque no hubo un partido que aclarara a las masas la situación, que trazara la perspectiva, que le sacara a la burguesía sus trapitos al sol, que señalara una estrategia superior, que señalara los intereses de clase que actuaban y desenmascarara enérgica y consecuentemente la política sucia del Jefe Constitucionalista. Y, por último, porque Villa y Zapata no tenían la visión política, la capacidad y la conciencia de clase que ahora queremos que hubieran tenido, es decir, fueron hombres de su época que actuaron lo mejor posible en las circunstancias que los envolvían. Zapata y Villa son los más grandes y auténticos revolucionarios que ha tenido México, el mejor ejemplo para la juventud mexicana.
Estudiar su vida y su obra es un deber elemental de quienes nos consideramos revolucionarios. Hubo un tiempo en que la burguesía quiso tenerlos en la sombra como quiere ocultar todo lo que no le conviene, todo ejemplo luminoso, toda experiencia aleccionadora, todo hecho que abra los ojos al pueblo y le ilumine el camino. Hoy han cambiado su actitud ante Villa y Zapata, los burgueses y hasta los yanquis son los primeros en pronunciar floridos discursos en su memoria, en erigirle estatuas y ponerle sus nombres a muchas cosas, pero todo eso lleva la intención de desfigurarlos presentando una imagen falsa de ellos, de desvirtuar su actuación revolucionaria y de tomarlos como escudo para cometer sus fechorías. Aunque pronuncien larguísimos discursos para conmemorar su nacimiento o su muerte, en el fondo de su alma ellos siguen temiendo a Zapata y a Villa y con sólo oír su nombre aunque ellos mismos lo pronuncien no dejan de sentir un estremecimiento de miedo.
Medio siglo de dictadura burguesa
La promulgación de la Constitución de 1917 presenta la culminación de la Revolución, desde entonces ha habido 13 presidentes y México ha vivido en una santa calma casi absoluta gozando de una santa paz que envidian las burguesías sudamericanas tan severamente golpeadas por sus pueblos. ¿Qué ha ocurrido en México en este último medio siglo de historia? ¿Qué cambios se han realizado? Ha dejado de ser aquella nación semiesclavista y feudal del siglo pasado para transformarse en una país capitalista en acelerado desarrollo que va acortando las distancias que lo separan de algunas naciones de Europa aunque todavía hay reminiscencias del pasado oprobioso: cacicazgos, tiendas de raya, etc., que el gobierno cuida y preserva con el mismo esmero que las joyas de la arquitectura colonial.
Antes de continuar, es necesario hacer una aclaración; es común hablar de progreso y estabilidad en abstracto pero los revolucionarios no debemos andar por las nubes, por las abstracciones, debemos darle su significado real a las cosas. Hay dos clases sociales, esto nunca, en ningún instante, se le debe olvidar a un revolucionario, la explotada y la explotadora ¿Para cuál de ellas es el progreso? ¿Cuál de ellas goza de estabilidad económica? En términos generales sólo la burguesía, ella sí está encantada con la actual situación nacional, tan encantada que abriga la esperanza de que aquí se detenga la historia y nunca cambie este bendito México, que nunca se altere esta bendita calma de que goza para seguir royendo los huesos del pueblo y paladearse a su gusto. No cabe duda de que cada quién habla de la feria según como le fue en ella, la burguesía tiene que estar satisfecha y hablar con alabanzas de la situación nacional porque es la única a la que le va bien. Se hace mucha alharaca sobre los avances maravillosos de México, sobre las unidades del Seguro Social, sobre los multifamiliares que se ponen como ejemplo para otras naciones, casi dicen que México es el paraíso y están diciendo la verdad sólo que omiten una pequeña aclaración, la de que es un paraíso "reservado" de la burguesía o ¿acaso el proletariado y la burguesía pueden, como buenos hermanitos tomados de la mano, gozar juntos los deleites y bienaventuranzas del paraíso? De ninguna manera, el paraíso de la burguesía es el infierno del proletariado y viceversa; el progreso y enriquecimiento de la burguesía es inversamente proporcional al hundimiento y empobrecimiento del proletariado. Antes de la Revolución la mayor parte de la población se dedicaba a las actividades del campo y vivían en el medio rural, las escasas industrias que se limitaban a unos 5 o 6 mil establecimientos que ocupaban sólo a un reducidísimo porcentaje de la fuerza de trabajo. Actualmente, sin dejar de ser un país agrícola, México es también un país industrializado, sólo la mitad de su población es rural, por cuanto a la otra mitad habría muchas salvedades que hacer pero oficialmente se clasifica como urbana por vivir en localidades de más de 2500 habitantes. El régimen cardenista sentó bases sólidas para la industrialización mediante su política nacionalista y la Reforma Agraria creadora de un modesto mercado interno. […]
Obra gráfica: Rini Templeton. |
En fin, podrían llenarse muchas páginas con cifras del orden de los millones sobre el aumento de esto y de aquello pero no tiene caso porque la burguesía se encarga de eso, de eso está llenos los informes presidenciales, ese es el lenguaje de la burguesía. Lo dicho es suficiente para demostrar el desarrollo económico habido. Una ojeada a los hechos le da contenido real a todo ese desarrollo y progreso. Ya es "nuestra" la industria eléctrica y ¿qué?, ¿Han cambiado las cosas para el pueblo? ¿Han bajado las tarifas? "Tenemos" una importante industria petrolera pero ¿ha bajado el precio del petróleo o de la gasolina? ¿Para quién son las obras de riego construidas?
Inherente al sistema capitalista, el desempleo adquiere proporciones alarmantes. No es exagerado afirmar que la mano de obra es la mercancía más expuesta a las fluctuaciones del mercado por ser la más abundante y barata. Los salarios han disminuido, los obreros cada vez que discuten su contrato colectivo logran a gritos y sombrerazos aumentos irrisorios que generalmente no contrarrestan el alza del costo de la vida. La clase obrera tiene salarios más bajos que en 1939 si consideramos de éste año igual a 100, los de 1961 dan 96. El costo de la vida ha aumentado escandalosamente. Todos los días oímos a la esposa, la madre o la hermana quejarse porque suben los precios y especulen con las mercancías y porque los ingresos son insuficientes para cubrir los gastos del hogar sin ser viejos, sin pretender que se nos reconozcan derechos como "veteranos de la revolución", todavía recordamos cuando la pieza de pan costaba 10 centavos, el huevo 20, y 70 el litro de leche. De 1929 a 1944 los salarios nominales subieron de 100 a 205 pero al mismo período los precios subieron de 100 a 333. […]
¿A qué obedece este empobrecimiento, cómo es posible si en todas las ramas de la economía aumentan las inversiones, la técnica hace progresos maravillosos y por consiguiente aumenta la productividad, si aumenta el volumen de la producción?, ¿Por qué los obreros comen menos y trabajan más? Porque la distribución es injusta, porque la burguesía se queda con la mayor parte de las riquezas. Del ingreso nacional de 1939 a los empresarios les tocó el 26% en utilidades y a los obreros el 30% en sueldos y salarios, distribución muy injusta porque los porque los empresarios son unos cuantos y los obreros son muchos En 1955 correspondió el 44% (a los empresarios) y a los obreros sólo el 26%. Los empresarios representan el 2% de la fuerza de trabajo y los obreros el 98% Esta injusta distribución, esta desigualdad se acentúa a medida que se desarrolla el capitalismo. Se considera que la mayoría de la población (85%) tiene ingresos anuales de menos de $366.00 o sea que la mayor parte de las familias tienen ingresos mensuales de menos de $300.00 cantidad insuficiente para el sostenimiento de un hogar, como todo mundo lo sabe. A esa desigualdad en la distribución de la riqueza corresponde una oprobiosa desigualdad en todos los aspectos de la vida social política y cultural.
Una minoría disfruta de todos los adelantos de la civilización, de todos los lujos y placeres, de todos los fueros y privilegios en tanto que la inmensa mayoría habita tugurios insalubres, come mal, viste mal y viven a merced de los atropellos de los poderosos y de las autoridades. Además de las reminiscencias del feudalismo es muy considerable, y con mayor razón, la producción artesanal y precapitalista de pequeñas empresas que ocupan unos cuantos obreros. […]
La oligarquía nacional que nos gobierna se fortalece a ritmo veloz, acrecienta su poderío a todos los órdenes contando para ello de relativa calma y tranquilidad que le permite llenar la barriga y saborearse a discreción, con las ventajas de un control omnímodo de la situación nacional que no logran otras burguesías. Adquiere unas industrias, participa en otras con los dineros del pueblo. Si en 1955 de las 100 principales empresas sólo 10 eran suyas ahora tiene 24 entre las más importantes, maneja un total de más de 55 empresas y participa en muchas otras.
Tiene el control de la electricidad el petróleo, la petroquímica, el carbón mineral, el fierro, parte de la industria siderúrgica, los ferrocarriles, parte de las telecomunicaciones, parte de la aviación civil, parte de la industria de la transformación, de la industria del papel, de los fertilizantes, varios bancos y financieros, etc.; posiblemente es la oligarquía más poderosa de América Latina.
Obra gráfica: Rini Templeton. |
Con respecto al imperialismo, la burguesía proimperialista que integran los grupos monopolistas del comercio, la industria y las finanzas, los grandes latifundistas y agricultores dedicados a la exportación, pugna porque México se entregue impúdicamente y sin más preámbulo al imperialismo en tanto que la burguesía nacional se resiste, no por decencia y pudor, sino por regatear. La burguesía proimperialista le dice: "no seas tonta, no te hagas la remilgosa, entrégate al imperialismo y tu porvenir está asegurado, ¿o qué, estás enamorada del proletariado? no seas tonta, ese nada te puede ofrecer ¿qué futuro te espera a su lado?, ¿o quieres quedarte a vestir santos?, ¿ni imperialismo ni proletariado? Eso no se puede, o te tumba uno o te tumba el otro", y la burguesía nacional le contesta: "Claro que no estoy enamorada del proletariado, al contrario, lo odio. Lo que pasa es que todavía quiero seguir viviendo y gozando mi propia vida, me siento muy joven, cuando me canse o me moleste mucho el proletariado entonces me casaré con el imperialismo, además ¿cómo quieres que tenga empeño si es tan tacaño, me ofrece muy poco?".
También desde el punto de vista político lleva un control absoluto. Otras burguesías montan un circo con dos partidos que se turnan el poder, la nuestra no tiene necesidad ni de esa hipocresía, en México nomás los chicharrones del PRI truenan. En las elecciones obtienen más votos que electores y hoy hasta los difuntos salen de su tumba a votar por el PRI. En las elecciones generales de 1952 cierto sector de la familia burguesa se alebrestó contra su hermano de clase Adolfo Ruiz Cortines pero fuera de algunos disturbios y unos cuantos muertos éste llegó al poder sin mayores contratiempos, en éste régimen ganó posiciones la burguesía nacional y las perdió la alemanista, es decir la proimperialista. Adolfo López Mateos llegó al trono de hecho sin ninguna oposición real. Durante su régimen los círculos proimperialistas y reaccionarios estimaron que estaba extralimitándose en su política de regateo y en su demagogia pues hasta de extrema izquierda se declaraba y movilizaron a sus huestes en varias partes del país enfocando las baterías contra la política nacional y la educativa, las paredes de muchas ciudades se tapizaron de consignas reaccionarias, se quemaron muchos libros, se publicaron algunas pastorales subversivas, desde el púlpito se hostilizaba al gobierno, se intentó linchar a los maestros en varias localidades, quemaron algunos templos viejos para lanzar al pueblo contra los herejes comunistas y al mismo tiempo el imperialismo redujo sus inversiones. Pero comprendieron luego que el gobierno, efectivamente, de vez en cuando tiene que hacerle al monje loco, hacer demagogia, declararse de izquierda y hacer determinadas concesiones para calmar al pueblo y desarmar a los revolucionarios, de lo contrario se corre el riesgo de que el pueblo estalle como un volcán y meditaron ya tranquilos ¿Qué perdemos con que ALM se declare de extrema izquierda? ¿Qué se pierde si en dos reuniones aporta los argumentos para condenar a Cuba y en otra los defiende? Realmente nada, pierden más los gobiernos que siguen a ciegas las consignas de E. U. por su torpeza el pueblo los derribe luego, en cambio si disimularan un poco como quiera hacían tonto a su pueblo, no cabe duda que la política de López Mateos es más sabia. Ni siquiera con hacer concesiones se pierde nada pues la burguesía siempre encuentra la manera de anularlas o resarcirse por ejemplo cuando se sacó eso del reparto de utilidades resulta que los ultra reaccionarios de momento se asustaron por que están ya fuera del ritmo actual de la burguesía, están ya fuera del ritmo actual de la burguesía, están acostumbrados a las formas viejas y simplistas de gobernar y a veces se desconciertan ante las piruetas audaces de los jóvenes políticos de la oligarquía. El reparto de utilidades resultó una vacilada en que pierden muchas veces los obreros. El reparto de utilidades, dice Demetrio Vallejo "no es más que arte de prestidigitación" y luego demuestran que... la utilidad que le correspondería a cada ferrocarrilero en el supuesto de que la Ferrocarriles Nacionales tuviera una utilidad de 100 millones de pesos anuales sería de 107.05 ( ciento siete pesos 05/100) Realmente es un acto de prestidigitación en que se dice favorecer a los obreros y es la empresa la que gana porque da 107 pesos de utilidades pero suprime el aguinaldo y otras migajas. No cabe duda, que es más inteligente la política de un López Mateos que la de un Batista, más difícil de combatir. La burguesía proimperialista y el imperialismo comprendieron esto... y volvieron las inversiones, pues no había peligro y volvió la disciplina a la familia "revolucionaria" que tiene el gobierno y el clero se tranquilizó.
Con el gobierno de Díaz Ordaz las fuerzas reaccionarias y proimperialistas se han mostrado muy conformes, en las elecciones no interfirieron para nada, sólo por compromiso lanzaron un candidato sin fuerza ni prestigio, en justa reciprocidad el PRI lanzó como candidatos suyos recalcitrantes reaccionarios y militantes panistas antes de su postulación por el PRI. Todos se deshacen en alabanzas al régimen desde los púlpitos salen consignas de acatamiento al gobierno. Gustavo Díaz Ordaz seguirá si tiene 100 gramos de masa encefálica la misma política demagógica sabia de su antecesor político ALM. Aplastará sin consideración cualquier síntoma de vida del movimiento obrero, campesino o estudiantil y sin ninguna vergüenza pedirá... y tendrá el apoyo de la izquierda con sólo hacer dos o tres declaraciones a favor de la paz mundial la no-intervención, la autodeterminación y la desnuclearización de América y con dos o tres votos que nada significan, en contra de la política norteamericana en el seno de la ONU o de la OEA.
El capitalismo de estado en un país dependiente tiene sus aspectos positivos, inmediatos para la burguesía inmediatos para el proletariado, pero llámese de estado, popular o como les dé la gana, el capitalismo es por naturaleza rapaz, expoliador y agresivo y el cambio de etiqueta no cambia su naturaleza, su móvil principal sigue siendo el afán de lucro, la sed de oro. Los que embellecen el capitalismo de estado afirmando que "cada vez que el estado tome en sus manos una fuente de producción o un servicio público, crea, automáticamente, un monopolio que no persigue ganancias sino beneficios populares" (VLT), "no puede ser un revolucionario, porque encuéntrase en manos de sociedades por acciones o del Estado las fuerzas productivas conservan, no obstante, su calidad de capital El hecho es evidente por lo que respecta a las sociedades por acciones. Y, en cuanto al estado moderno, no es sino la organización que se da la sociedad burguesa para poner todas las condiciones de la producción capitalista al abrigo de los ataques, tanto de los capitalistas individuales, como de los obreros. El estado moderno, cualquiera que sea su forma, es esencialmente una máquina capitalista, el estado de los capitalistas, por así decir: el capitalista ideal. Cuantas más fuerzas productivas acapara, más se transforma en capitalista colectivo real, más ciudadanos explota, sus obreros siguen siendo asalariados, proletarios. La relación capitalista entre salariante y asalariado no es destruida, sino llevada al límite, y llevada al límite sale disparada. La apropiación por el Estado de las fuerzas productivas no resuelve el conflicto, pero contiene los elementos de esta solución" (F.E.) El capitalismo de estado en México significa la integración o fusión estrecha de la maquinaria estatal con el capital nacional, el uso del Estado para facilitar el desenvolvimiento de ese capital, representarlo y protegerlo frente al imperialismo y sobre todo frente al proletariado y buscarle mejores precios a sus mercancías y más mercados. El estado protege los intereses del capital frente al imperialismo mediante la componenda y frente al proletariado y masas populares mediante el control, mediatización y la represión del movimiento revolucionario. Otro hecho importante que debe tenerse en cuenta es la subordinación de las industrias a los bancos prueba de la existencia de una poderosa oligarquía que estrangula a la nación. Se han integrado 5 o 6 grandes grupos bancarios que son extraordinariamente poderosos.
Obra gráfica: Rini Templeton. |
Tenemos ya elementos para plantear lo relativo a las clases y sectores sociales que integran la población mexicana y que son:
a) La burguesía proimperialista formada por los grupos monopolistas de las finanzas, la industria y el comercio ligados o asociados con el imperialismo, los cuadros dirigentes de las empresas mixtas y de empresas nacionales que mantienen ligas con los monopolios extranjeros; los grandes latifundistas, los agricultores y ganaderos que trabajan para la exportación.
b) La burguesía nacional que controla gran cantidad de empresas privadas independientes de los monopolios yanquis y que muchas veces sufren la competencia o maniobra de estos, y que controla además las empresas del estado. Estas son como acabamos de ver, las clases que comparten el PODER y cuya correlación de fuerzas es más o menos variable pero prevalece siempre la línea política antipopular.
c) La pequeña burguesía urbana y rural.
d) El proletariado.
Tomando en cuenta una serie de informes y estimaciones del PCM y atendiendo a las estadísticas sobre la fuerza de trabajo en el país, tenemos lo siguientes: la gran burguesía (nacional y proimperialista) se compone de 400 mil personas, es decir, representa escasamente el 1% (uno por ciento) de la población mexicana. La pequeña burguesía rural incluyendo ejidatarios, pequeños propietarios, trabajadores precapitalistas del campo asciende aproximadamente a 5 millones de personas. El proletariado, incluyendo proletarios y semiproletarios del campo y de la ciudad, asciende a 4 millones. La pequeña burguesía urbana incluyendo empleados, profesionistas, artesanos y pequeños comerciantes, se compone de unos 2 millones.
Esta minoría insignificante pero terriblemente poderosa porque es la que succiona casi todo el ingreso nacional, porque tiene poderosas empresas y el tercer ejército de América latina es la responsable de todos los sufrimientos, privaciones e injusticias que sufre el pueblo mexicano. Comparten esa responsabilidad los poderosos monopolios yanquis adheridos como sanguijuelas a nuestra patria.
Ediciones Línea Revolucionaria. Chihuahua, México. 1965. Torreón de Cañas, Dgo.
Arturo Gámiz García.
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Manifiesto a la Nación "2 de Octubre"*
Diciembre de 1968, Consejo Nacional de Huelga
Durante los últimos meses de 1968, el país se ha visto sacudido por la protesta de miles de estudiantes que a través de la demanda de solución de un pliego petitorio que consta de seis puntos cuestionan ante el mundo la imagen que de México la clase dominante ha pretendido crear y en la que presentan como rasgos esenciales la paz, la estabilidad y la riqueza.
Así, los jóvenes campesinos, obreros y estudiantes no tienen acceso a perspectivas dignas de vida, pues las fuentes de trabajo se crean en beneficio de intereses particulares y no de la colectividad, dándose entonces, por ejemplo, la paradoja de una sociedad que crea técnicos y profesionales a quienes no ofrece empleo y que, además, no crea aquellos técnicos que necesita y los trae del extranjero. Así los jóvenes viven escuchando las halagadoras palabras de quienes les ofrecen el futuro del país, pero les niega sistemáticamente toda oportunidad de ser un presente actuante y partícipe de las decisiones, provocando en ellos la necesidad de transformar esta sociedad.
En adelante el gobierno deberá esperar una respuesta del pueblo a los actos de arbitrariedad de quienes abusan de sus atribuciones utilizando al Ejército y la policía para atropellar los legítimos derechos del pueblo. El movimiento ha sido resultado espontáneo de la indignación de prácticamente todos los integrantes de las instituciones de educación superior del Distrito Federal y de otros lugares del país; de la indignación sentida por amplios sectores del pueblo de México ante la arbitrariedad y brutalidad policiacas al agredir a grupos estudiantiles que hacían uso de un derecho consagrado en la Constitución al manifestarse públicamente en protesta a anteriores agresiones ordenadas por funcionarios irresponsables. Ello debe considerarse como la expresión del descontento y la protesta latente del pueblo frente a la injusticia. Descontento que se ha canalizado en los últimos meses a través del Movimiento estudiantil. El Consejo Nacional de Huelga, máxima expresión organizativa del Movimiento, no ha asumido una posición ideológica homogénea porque ha acogido en su seno a todas aquellas corrientes que luchan por el avance democrático del país, por la vigencia de la Constitución y por una sociedad en la que todos nuestros compatriotas encuentren oportunidades para expresarse y desarrollarse cabalmente como hombres y ciudadanos.
Existen, además, otra serie de logros que aunque menos concretos son más importantes para la vida política de México. El Movimiento ha abierto en el país una etapa de discusión, de crítica y de reflexión política revelando las lacras del sistema, promoviendo así que amplios sectores del pueblo, indiferentes muchas veces ante los graves problemas que afectan a nuestra comunidad, tomaran conciencia de esos problemas y estuvieran dispuestos a luchar por la solución de ellos.
¡Venceremos!
* Tomado de Álvarez Garín Raúl, 1998. La Estela de Tlatelolco. Una reconstrucción histórica del Movimiento estudiantil del 68. 2da. edición. Ed. Grijalbo. México.
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Manifiesto a la Nación "2 de Octubre"*
Diciembre de 1968, Consejo Nacional de Huelga
Obra gráfica: Movimiento estudiantil de 1968. |
El movimiento estudiantil de julio ha surgido como resultado de viejos problemas planteados a un régimen que los ignora, los niega o que pretendiendo resolverlos, en realidad sólo consigue agravados y ha evidenciado ante el mundo la situación de miseria y falta de libertades políticas en las que viven la mayoría de los mexicanos.
Efectivamente, este movimiento es expresión de las profundas desigualdades en la distribución del ingreso, consecuencia de la concentración en unas pocas manos de la riqueza generada por el pueblo, de la cada día más creciente dependencia de la economía mexicana al imperialismo norteamericano, revelado en el crecimiento vertiginoso de las inversiones extranjeras; de una política de desarrollo que favorece esencialmente al capital privado, propiciando vastos desequilibrios regionales, beneficiando exclusivamente los intereses de una clase por medio de un sistema impositivo que ampara a los grandes capitales y que va en detrimento de quien sólo posee su salario como fuente de vida; de la irresponsabilidad de un gobierno que elude actuar en beneficio de las grandes mayorías de campesinos y obreros, quienes aún no encuentran satisfechas sus necesidades vitales de alimentación, vestido y vivienda.
En resumen, las decisiones políticas y económicas del gobierno mexicano representan los intereses de una clase, propician y amparan la explotación de las demás y crean un marco de irracionalidad en el que los problemas socioeconómicos del pueblo hallan sólo una relativa solución.
Obra gráfica: Movimiento estudiantil de 1968. |
Así, los jóvenes campesinos, obreros y estudiantes no tienen acceso a perspectivas dignas de vida, pues las fuentes de trabajo se crean en beneficio de intereses particulares y no de la colectividad, dándose entonces, por ejemplo, la paradoja de una sociedad que crea técnicos y profesionales a quienes no ofrece empleo y que, además, no crea aquellos técnicos que necesita y los trae del extranjero. Así los jóvenes viven escuchando las halagadoras palabras de quienes les ofrecen el futuro del país, pero les niega sistemáticamente toda oportunidad de ser un presente actuante y partícipe de las decisiones, provocando en ellos la necesidad de transformar esta sociedad.
El carácter antidemocrático de las estructuras políticas del país, que se manifiesta en su incapacidad para resolver auténticas demandas populares, es resultado de prácticas políticas obsoletas y que no solucionan los problemas de la sociedad mexicana actual, la democracia en México es un mero concepto, una forma más, pues la política se hace al margen de las mayorías populares, de sus aspiraciones, intereses y exigencias, las determinaciones son tomadas por un restringido núcleo de personas que obstaculizando la participación política del pueblo, lo niegan como instancia última de decisión.
La sistemática represión a todo intento de organización política independiente, el sistemático encarcelamiento o asesinato de los líderes más honestos, la construcción de marcos jurídicos que impiden por decreto toda participación organizada, y la falta de información nacional veraz, han impedido y frenado el surgimiento y desarrollo de organizaciones obreras, campesinas, estudiantiles y en general ciudadanas, que puedan participar libre, responsable y combativamente en contra de las medidas de opresión del gobierno. Así, Demetrio Vallejo y Rubén Jaramillo, que no aceptaron el sometimiento a las disposiciones gubernamentales, fueron asesinado~. Considerando también como asesinato el encarcelamiento injusto de un líder justo.
También es parte de este marco de la política nacional la manipulación a través de la corrupción de la opinión pública, el fraude electoral y consecuentemente, la apatía, el desinterés y el marginalismo en la participación política. La ausencia de actitudes críticas, uno de los más altos valores que definen a la ciudadanía y elemento esencial del desarrollo de cualquier sociedad que tenga pretensiones democráticas. El movimiento estudiantil se ha expresado en la demanda de puntos concretos: el pliego petitorio y el diálogo público, a través de ellos se encierra una crítica profunda a las bases en que se sustenta el sistema político, económico y social en que vivimos. Al responder a las arbitrariedades de los funcionarios públicos y logrando que éstas no queden sin respuesta ha expresado la necesidad de que el monólogo oficial sea sustituido por un diálogo en el que participe la nación entera.
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Es esta última demanda implícita del Movimiento, en lo que coincide con los movimientos estudiantiles de otros países que exigen para el presente y el futuro, sociedades en que la expresión cabal del hombre sea una realidad. De aquí que nuestro movimiento haya recibido el apoyo de todos los estudiantes y ciudadanos conscientes del mundo.
El Consejo Nacional de Huelga ha demandado la democratización de las prácticas políticas y lo ha hecho dando ejemplo de democracia, ya que todos los centros educativos participantes han tenido permanente e irrestrictamente voz y voto en las decisiones tomadas, los órganos soberanos de nuestro movimiento han sido las asambleas de estudiantes y el pleno del Consejo Nacional de Huelga, representante auténtico de dichas asambleas. En ellas no se le ha negado la voz a nadie a pesar de lo que han pretendido órganos de información interesados en desvirtuar al Movimiento. Hemos demandado la democracia porque la hemos practicado irrestrictamente.
Si hemos exigido un diálogo público, no ha sido buscando la forma de eludir la solución del conflicto, sino porque consideramos, y es una cuestión de principio en el movimiento, que los asuntos que afectan al pueblo deben ventilarse abiertamente.
Hemos demandado la libertad de los presos políticos porque estamos convencidos de que los disidentes de los criterios oficiales y los opositores al régimen no son delincuentes. La existencia de presos políticos es una de las mayores lacras del sistema y es característica de los regímenes autoritarios en todas partes y en todas épocas. Son presos políticos: Vallejo, Campa. Y son presos políticos nuestros compañeros que fueron aprehendidos a partir del inicio de este Movimiento, pues su único delito consistió en haber marchado junto con todos nosotros, los estudiantes y el pueblo de México en las manifestaciones públicas que recorrieron las calles de la ciudad; el haber utilizado las tribunas creadas por el Movimiento para expresar su disidencia con el gobierno, y, en fin, en haber hecho uso del legítimo derecho de expresión para protestar contra los abusos gubernamentales.
Pese a las dificultades a que hemos debido enfrentamos, pese a la intransigencia y la intolerancia del gobierno expresada el 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, pese a todo ello, el Movimiento ha arrancado al Estado algunas demandas y ha abierto nuevas perspectivas en la vida política del país, marcando nuevas etapas en su desarrollo.
Las demandas arrancadas son: la discusión pública del artículo 145 del Código Penal, antigua demanda de los sectores democráticos del país y que sólo hasta ahora adquiere las dimensiones de un debate nacional, y no nos referimos a la farsa montada en la Cámara de Diputados, sino al cuestionamiento que se ha hecho del aparato jurídico a raíz de la discusión sobre el citado artículo.
El reconocimiento que el Poder Ejecutivo tuvo que hacer del descontento general y legítimo se deja ver en el momento en que se nombran representantes presidenciales ante el CNH, hacemos público que a pesar de haber reconocido la fuerza de la representatividad del CNH, el gobierno sólo ofreció soluciones limitadas. La desocupación de la mayor parte de los locales educativos, los compañeros liberados, la defensa de la Universidad expresada a través del apoyo del CNH al rector de la misma, sobre quien pretendían gentes interesadas en terminar con la institución, arrojar la responsabilidad de nuestro Movimiento, son algunos de los resultados de nuestra permanencia activa y militante y no graciosas concesiones del gobierno.
Obra gráfica:Movimiento estudiantil de 1968. |
Ha demostrado que en México es posible movilizar a grandes sectores de pueblo, al margen de los controles oficiales, en manifestaciones y mítines en los que la participación fue resultado de la convicción y no de presiones o recompensas.
Uno de los logros fundamentales del Movimiento es el haber acercado a través de las "brigadas políticas" a los estudiantes con el pueblo de México y sus problemas. En las colonias proletarias, en las fábricas, en Topilejo, los estudiantes conocieron de una manera concreta a ese pueblo que la retórica oficial ha convertido en mera abstracción, y en la que sus problemas quedan ocultos con un alud de palabras.
Por otra parte, en las brigadas los estudiantes han demostrado su capacidad organizativa y de militancia política, han demostrado en Topilejo que su participación en la resolución de los problemas del país puede ir más allá de pintar fachadas los domingos y de participar en carreras de bicicletas, como pretende el criterio oficial. Estos triunfos parciales han costado mucho en vidas y sacrificios y no han satisfecho de ninguna manera las demandas que formulamos desde el principio, dada la intransigencia de los poderes públicos y su definitiva incapacidad para reconocer las demandas del pueblo expresadas en el Movimiento estudiantil.
Se ha acusado a los estudiantes de intransigentes, pero en las distintas fases del Movimiento se ha demostrado disposición para solucionar el conflicto y así fue que de la exigencia de la resolución de los seis puntos, como condición para el retorno a clases, pasamos al cumplimiento sólo de tres prerrequisitos y al no obtener una respuesta del gobierno y ante el peligro real que amenaza la subsistencia de las estructuras democráticas de nuestras instituciones de educación superior, peligro más grave aún que el de la represión en contra de las personas, puesto que la pérdida de la democracia en nuestras instituciones significaría la imposibilidad de continuar el presente Movimiento, y de promover como Universidad y Politécnico, verdaderamente abiertos al pueblo movimientos semejantes en otros sectores de la población, decidimos el retorno a las aulas.
Las perspectivas que se ofrecen al movimiento consisten en organizar a niveles cada vez más elevados la protesta y la oposición a un régimen cada vez más incapaz para satisfacer las justas reivindicaciones populares. Esta organización en adelante deberá contar, para ser eficaz no sólo con los estudiantes sino y sobre todo, con los sectores productivos de nuestra sociedad, los que con su trabajo dominan y transforman a la naturaleza así en la ciudad como en el campo.
Los estudiantes nos aliaremos de manera definitiva con estos sectores que objetivamente están destinados a promover los cambios verdaderamente revolucionarios que nuestra patria requiere. La organización estudiantil debe concluir necesariamente en la organización popular que oponiéndose a las trabas que frenan el desarrollo histórico de México convierta en realidad el lema de nuestro movimiento: Libertades Democráticas.
El gobierno mexicano debe tomar muy en cuenta que ante la obstrucción sistemática y reiterada que de los canales democráticos realiza, no puede pedir actitudes eternamente pasivas y sumisas y que las vías que siga el pueblo de México para el logro de una auténtica democracia estarán esencialmente determinadas por la posición que se asuma frente a las exigencias de reivindicaciones populares que se aproxima. Sin embargo, cualquiera que sea la vía todo mexicano luchador por la democracia actuará con la responsabilidad que la historia le confiera.
¡Venceremos!
Diciembre de 1968.
Consejo Nacional de Huelga.
Roberto Escudero, Gerardo Estrada.
* Tomado de Álvarez Garín Raúl, 1998. La Estela de Tlatelolco. Una reconstrucción histórica del Movimiento estudiantil del 68. 2da. edición. Ed. Grijalbo. México.
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¿De qué tienen que perdonarnos?
Subcomandante Insurgente Marcos
Hasta el día de hoy, 18 de enero de 1994, sólo hemos tenido conocimiento de la formalización del "perdón" que ofrece el gobierno federal a nuestras fuerzas. ¿De qué tenemos que pedir perdón? ¿De qué nos van a perdonar? ¿De no morirnos de hambre? ¿De no callarnos en nuestra miseria? ¿De no haber aceptado humildemente la gigantesca carga histórica de desprecio y abandono? ¿De habernos levantado en armas cuando encontramos todos los otros caminos cerrados? ¿De no habernos atenido al Código Penal de Chiapas, el más absurdo y represivo del que se tenga memoria? ¿De haber demostrado al resto del país y al mundo entero que la dignidad humana vive aún y está en sus habitantes más empobrecidos? ¿De habernos preparado bien y a conciencia antes de iniciar?
¿De haber llevado fusiles al combate, en lugar de arcos y flechas? ¿De haber aprendido a pelear antes de hacerlo? ¿De ser mexicanos todos? ¿De ser mayoritariamente indígenas? ¿De llamar al pueblo mexicano todo a luchar, de todas las formas posibles, por lo que les pertenece? ¿De luchar por libertad, democracia y justicia? ¿De no seguir los patrones de las guerrillas anteriores? ¿De no rendirnos? ¿De no vendernos? ¿De no traicionarnos?
Obra gráfica: Rini Templeton. |
¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Los que, durante años y años, se sentaron ante una mesa llena y se saciaron mientras con nosotros se sentaba la muerte, tan cotidiana, tan nuestra que acabamos por dejar de tenerle miedo? ¿Los que nos llenaron las bolsas y el alma de declaraciones y promesas? ¿Los muertos, nuestros muertos, tan mortalmente muertos de "muerte natural", es decir, de sarampión, tosferina, dengue, cólera, tifoidea, mononucleosis, tétanos, pulmonía, paludismo y otras lindezas gastrointestinales y pulmonares? ¿Nuestros muertos, tan mayoritariamente muertos, tan democráticamente muertos de pena porque nadie hacía nada, porque todos los muertos, nuestros muertos, se iban así nomás, sin que nadie llevara la cuenta, sin que nadie dijera, por fin, el "¡YA BASTA!" que devolviera a estas muertes su sentido, sin que nadie pidiera a los muertos de siempre, nuestros muertos, que regresaran a morir otra vez pero ahora para vivir? ¿Los que nos negaron el derecho y don de nuestras gentes de gobernar y gobernarnos? ¿Los que negaron el respeto a nuestra costumbre, a nuestro color, a nuestra lengua? ¿Los que nos tratan como extranjero en nuestra propia tierra y nos piden papeles y obediencia a una ley cuya existencia y justeza ignoramos? ¿Los que nos torturaron, apresaron, asesinaron y desaparecieron por el grave "delito" de querer un pedazo de tierra, no un pedazo grande, no un pedazo chico, sólo un pedazo al que se le pudiera sacar algo para completar el estómago?
¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo?
¿El presidente de la república? ¿Los secretarios de estado? ¿Los senadores? ¿Los diputados? ¿Los gobernadores? ¿Los presidentes municipales? ¿Los policías? ¿El ejército federal? ¿Los grandes señores de la banca, la industria, el comercio y la tierra? ¿Los partidos políticos? ¿Los intelectuales? ¿Galio y Nexos? ¿Los medios de comunicación? ¿Los estudiantes? ¿Los maestros? ¿Los colonos? ¿Los obreros? ¿Los campesinos? ¿Los indígenas? ¿Los muertos de muerte inútil?
¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo?
Bueno, es todo por ahora. Salud y un abrazo, y con este frío ambas cosas se agradecen (creo), aunque vengan de un "profesional de la violencia".
Sub Marcos
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