* Presentación e Índice de "La resistencia popular a la invasión yanqui en la Ciudad de México 1847-1848"

Por María Gayón Córdova, investigadora de la Dirección de Estudios Históricos del INAH.

Entrada del ejército yanqui a la ciudad de México. Carlos Nebel, 1847.

PRESENTACIÓN

Este es un relato de lo que sucedió en la ciudad de México durante la ocupación yanqui. Desde agosto de 1847, cuando los invasores marcharon de Puebla hacia las puertas de la capital, hasta casi diez meses después, en junio de 1848, fecha en que se retiraron las tropas norteamericanas.
  Vamos a recordar las batallas que libraron nuestros héroes en el Castillo de Chapultepec, Molino del Rey, Cerro Gordo y Churubusco y vamos a hablar de cómo resistió el pueblo de los barrios de la ciudad de México al ejército extranjero.
  Aquí nos encontraremos con una mujer del pueblo que gritaba, apedreando a un soldado yanqui porque habían matado a su hijo; con un hombre, mal vestido y de mirada fiera, que incitaba a sus compatriotas a impedir que se izara la bandera de las barras y las estrellas en nuestro Palacio Nacional el 14 de septiembre de 1847; con un grupo de irlandeses, defensores de la libertad de todos los pueblos, que prefirieron morir antes que pelear al lado de los norteamericanos en guerra injusta; con un cantinero patriota, del que se decía que mezclaba veneno en la bebidas que vendía a los invasores, y con una artista digna, que se negó a actuar en una ciudad ocupada poniendo en riesgo su bolsillo, su fama y su seguridad. Vamos a encontrar también a una multitud de niños héroes, sin fusiles ni uniformes, con las manos y los pies desnudos, que acarreaban piedras para que sus padres levantaran barricadas e impidieran el avance del enemigo.
 En nuestro relato desfilarán los traidores: los especuladores y usureros, prestando dinero a los gringos; los comerciantes oportunistas, pintando letreros en inglés en las puertas de sus negocios; y los funcionarios cobardes ofreciendo a los oficiales yanquis una fiesta campestre en el Desierto de los Leones, porque para todos ellos, la única patria era el dinero.
  De aquella época, resalta la labor realizada por un grupo de escritores y periodistas valerosos como Guillermo Prieto, José Fernando Ramírez y otros, que nos heredaron su amor al pueblo. Gracias a ellos podemos conocer ahora muchos de los episodios más relevantes de la resistencia de la gente de los barrios. Sus escritos fueron rescatados de las bibliotecas, archivos y hemerotecas, a través de un trabajo de investigación realizado por la historiadora María Gayón Córdova, que construyó la narración aquí presentada, combinando las palabras de quienes vivieron aquella época de la resistencia, con algunas anotaciones y aclaraciones encaminadas a hacerla más accesibles para los lectores contemporáneos.
  El texto fue publicado en artículos seriados en los números del 348 al 361 del semanario Corre la Voz. En esta edición hemos agregado una parte gráfica producida en el siglo pasado.
 Seguramente, todos podremos encontrar episodios y personajes que nos resulten vigentes: 162 años después de aquella guerra prepotente e injustificada de los Estados Unidos en contra de todo un pueblo, México continúa siendo víctima de agresiones yanquis, ahora en contra de sus migrantes en todo el territorio norteamericano, y en especial en las áreas que nos arrebataron. El servilismo ante los gringos que en ese entonces mostraron numerosos funcionarios, caseros, prestamistas y terratenientes seguramente se parece a la actitud que esa misma clase de gente mantiene en estos tiempos.
  Precisamente por eso, porque vivimos en tiempos de crisis, de empobrecimiento de todos los trabajadores mexicanos, de entreguismo gubernamental a los intereses de Estados Unidos y de enriquecimiento desmedido de unos cuantos, tenemos un compromiso muy profundo con nuestra historia. Habrá que conocerla mejor, comentarla en los salones de clases, en las asambleas de los maestros y de los padres de familia, con los amigos y con los vecinos, y aprender de ella para poder estar a la altura de nuestro pueblo y de la época difícil que nos tocó vivir.
  Para contribuir a esta tarea y combatir los intentos gubernamentales de minimizar esta parte de nuestra historia en la que fuimos despojados del territorio de Texas, Nuevo México y Alta California, hemos unido nuestros esfuerzos en la lucha contra el olvido.
   No olvidaremos que la voluntad de resistir del presidente Santa Anna se vio quebrantada en el transcurso de la guerra hasta transformarse en traición y entreguismo, y que en cambio nunca se doblegó al "populacho", que resistió y resistirá por siempre.
  Esta es la verdad a la que le temen los nuevos vendepatrias, quienes pretenden borrar de la memoria de los mexicanos la heroica lucha de nuestros antepasados, quienes continuaron combatiendo aún después de que, sin su consentimiento, los gobiernos de México y Estados Unidos firmaron los Tratados de Guadalupe Hidalgo. Pero el recuerdo de la inagotable dignidad de las gestas populares perdura y nos indica que no todo se ha perdido, porque la soberanía nacional reside en el pueblo, y que el despojo no será por siempre.
  La anterior presentación como el contenido de todos los capítulos del libro, fueron tomados de la segunda edición del folleto: 1847-1848 La resistencia popular a la invasión yanqui en la Ciudad de México, por María Gayón Córdova, editado por la Sección 9-CNTE, la Organización Revolucionaria del trabajo (ORT) y el Semanario Corre la Voz, en el año 1997.

México, D. F. agosto de 2010.

ÍNDICE

I. Organizar la defensa
Preparativos para el combate
Los yanquis avanzan sobre la capital

II. En el Peñón todo está listo para el combate
El invasor rodea la ciudad
Sacar a los invasores o encontrar la muerte
Esperanzas e ilusiones se desvanecen
El amanecer del 20 de agosto

III. El Convento de Churubusco convertido en fortaleza
Violenta y porfiada resistencia
Si hubiera parque no estaría usted aquí
La atención pública estaba fija en un solo punto

IV. Los invasores protegidos por el gobierno de Santa Anna
Parecía nublarse el sol
Protegido por las tinieblas de la noche y los guardias mexicanos
El fin del armisticio

V. El movimiento incesante de las tropas
Como si fueran los caballos de piedra
Acusando a unos y otros por la derrota
Renacen las esperanzas y con ellas el entusiasmo

VI. Los cadetes y el Batallón de San Patricio
Entre órdenes y contraórdenes
Aquellos mocosos se volvieron fieras
El Batallón de San Patricio
Belén y San Cosme

VII. La resistencia popular anónima
Se marcharon en silencio
Bajo el yugo de las bayonetas extranjeras
La bandera de barras y estrellas en Palacio Nacional
Una actitud digna
Como el aire que junta llamas y forma incendio

VIII. ¡Muchachos, aquí está la honra del barrio!
La ciudad toda era un campo de batalla
Lucha terrible y digna de memoria

IX. Defender la ciudad hasta entregar el alma
Banderas de diversos colores y distintas combinaciones
Algunos frailes se unen al combate popular
Por todas partes heridos y muertos
La noticia que voló por la ciudad
El ruido de guerra acompaña al alma

X. A pesar de los traidores, el pueblo lava el honor mexicano
El yanqui que sale por os barrios, es hombre muerto
Dejan claro que ni las autoridades i los criminales son el pueblo
La guerra: buen negocio para usureros y comerciantes
Para mayor información

XI. Una ciudad distinta, pero su gente no se doblegaba
Por todas las calles del centro de la ciudad
Se hace piedra el hígado
Que si la doña hubiese sido hombre
A imitación de la moda en los Estados Unidos
Relatos y anécdotas del pueblo en su lucha por la libertad

XII. Con las piedras en las manos
Nadie me irrita más
Y ni así entienden
Los yanquis destituyen al Ayuntamiento
La Asamblea Municipal al servicio del invasor

XIII. El Convite del Desierto y la pérdida de la mitad de nuestro territorio
Saquear México
Las negociaciones de paz
Inconformidad de los anexionistas y derrota de los patriotas
El gozo al pozo
Queda ya sin yanquis nuestra ciudad

2 comentarios:

  1. Fernando López Atienza1 de septiembre de 2010, 10:29

    Felicidades!!, es una inovadora iniciativa. Hay que difundirlo ampliamente. Me gustaría un enfoque Marxista de algunos temas. Es pertinente hoy más que nunca, cuando pareciera que la izquierda fue tragada sin dejar rastro, por la historia.

    Fernando López

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  2. Excelente... Tantas cosas que ignoraba... Pero yo sabia que el pueblo Mexicano, El verdadero Pueblo... Como siempre si dio la cara por su pais y aunque la herida sigue aun muy fresca en el alma de los verdaderos patriotas, recordar y tener presente siempre nuestra historia nos hara mas fuertes para el futuro...
    VIVA MEXICO....

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